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¿Alguna vez has intentado pasar un día sin celular? La dependencia a este dispositivo afecta nuestra salud mental, pero desconectarse por 24 horas puede reducir el estrés, mejorar el sueño y reconectar con el presente. Descubre cómo lograrlo.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
El celular se ha convertido en una extensión de nuestra vida diaria, pero desconectarse por 24 horas puede mejorar la salud mental, reducir el estrés y reconectar con el entorno. Aunque al principio cueste, los beneficios neurológicos y emocionales valen la pena.
El celular activa el sistema de recompensa cerebral mediante la dopamina, un neurotransmisor asociado al placer. Cada notificación o mensaje refuerza su uso compulsivo, creando un patrón similar al de las adicciones. Además, el miedo a perderse algo (fenómeno también conocido como FOMO) aumenta la ansiedad al pensar que podríamos estar excluidos de información importante.
La multifuncionalidad del dispositivo —trabajo, redes sociales, entretenimiento— hace que lo percibamos como indispensable. Esto genera culpa al intentar desconectarse, incluso cuando sabemos que necesitamos un descanso digital.
El uso constante del celular afecta la atención, la memoria y el sueño. La luz azul de las pantallas interfiere con la producción de melatonina, lo que altera el descanso. Además, la sobreestimulación digital debilita la corteza prefrontal, área responsable del control de impulsos y la concentración.
Un día sin celular reduce el estrés, mejora la calidad del sueño y fomenta la introspección. También reactiva la conexión emocional con otras personas y con el entorno, permitiendo un "reinicio neurológico" que favorece el bienestar.
Para una desconexión efectiva, es clave prepararse: avisar a contactos importantes, eliminar tentaciones (como dejar el celular en otra habitación) y planificar actividades offline. Leer, meditar, hacer ejercicio o pasar tiempo en la naturaleza son alternativas que potencian los efectos positivos.
Comenzar con periodos cortos —como 15 minutos al día— y aumentar gradualmente facilita la adaptación. Usar el modo "No molestar" o aplicaciones que limiten el tiempo en pantalla también ayuda a reducir la ansiedad por revisar el dispositivo.
Desconectarse del celular por 24 horas es un desafío, pero los beneficios para la salud mental y cerebral son significativos. Con planificación y actividades alternativas, es posible recuperar el control sobre el uso de la tecnología y reconectar con lo esencial.