Colombia
esultados clínicos sugieren que la ingesta diaria de té o extractos de flor de Jamaica mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la glucosa en sangre.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
El consumo cotidiano de infusiones y extractos de flor de Jamaica, cuyo nombre científico es Hibiscus sabdariffa podría contribuir al control de la presión arterial, el colesterol y la glucosa en la sangre, según una revisión de ensayos clínicos publicada por científicos de México y España en la revista Pharmaceuticals en 2022.
Este hallazgo impulsa el interés en el uso tradicional y médico de esta planta, valorada en Asia, África y América Latina.
La flor de Jamaica, también conocida como hibisco o roselle, se originó en África tropical y pertenece a la familia de las Malváceas, pero su cultivo se ha extendido a regiones de América Central, América del Sur y el sudeste asiático.
La popularidad de la planta ha quedado reflejada en sus múltiples nombres según la cultura: rosa de Jamaica, arándano de Florida, zobo, entre otros; además de su presencia en la medicina tradicional, es protagonista en preparaciones culinarias, especialmente bebidas frescas.
En la dieta cotidiana de países en desarrollo, la flor de Jamaica se emplea tanto fresca como deshidratada para preparar bebidas, como el agua de Jamaica, mermeladas, helados y pasteles.
De acuerdo con el Centro Nacional de Documentación e Información de Medicamentos (Cenadim), la planta se consume con frecuencia en alimentos y en medicina herbaria tradicional, sin asociarse a efectos adversos graves, aunque entre los escasos efectos secundarios reportados figuran molestias estomacales y constipación, considerados poco frecuentes.
Las enfermedades crónicas no transmisibles representan el 71 % de las muertes globales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que motiva la búsqueda de alternativas naturales como la flor de Jamaica.
Una revisión liderada por Efigenia Montalvo-González y Napoleón González-Silva, de la Universidad de Guadalajara y el Instituto Tecnológico de Tepic, analizó ensayos clínicos internacionales con presentaciones como infusión, cápsulas y extractos concentrados.
La evidencia más sólida vincula el hibisco con la reducción de la presión arterial en personas con hipertensión leve o moderada.
Según los estudios recopilados, los efectos del hibisco fueron equiparables a medicamentos de uso común como el captopril o el ramipril, dependiendo de la dosis y la frecuencia, por lo que el artículo científico explicó: “El consumo de Hibiscus sabdariffa mostró una reducción significativa de la presión arterial, sin efectos adversos reportados”.
El hibisco reportó efectos positivos para reducir el colesterol total, el LDL y los triglicéridos, sobre todo en pacientes con dislipidemia, diabetes tipo 2 o síndrome metabólico.
En un estudio, adultos con colesterol elevado que tomaron cápsulas de hibisco tres veces al día durante un mes redujeron sus niveles entre un 11 % y un 15 %, aunque los resultados sobre el HDL son variables y requieren más análisis, Pharmaceuticals remarcó: “El hibisco podría contribuir al control integral de los lípidos, aunque su efecto en el HDL aún no es concluyente”.
La planta mostró beneficios en personas con prediabetes o diabetes tipo 2, quienes presentaron una baja en la glucosa en ayunas y una mejoría en la sensibilidad a la insulina.
En un ensayo realizado en Indonesia, mujeres prediabéticas que tomaron té de hibisco dos veces al día durante dos semanas redujeron su glucosa de 111 a 88 mg/dL: “El Hibiscus sabdariffa puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la glucosa en sangre, gracias a sus compuestos antioxidantes”, se lee en la publicación.
Existen evidencias de una leve reducción del peso corporal, el índice de masa y la grasa abdominal tras varias semanas de consumo, principalmente cuando se combinaron extractos de hibisco con otras plantas.
Investigaciones complementarias han reportado propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antianémicas y en la protección de la función renal.
Los efectos fisiológicos mencionados se explican por la presencia de antocianinas, flavonoides, ácidos fenólicos y fibra dietética en la flor de Jamaica.
Según los investigadores mexicanos y españoles: “La actividad antihipertensiva del hibisco se asocia con la inhibición de la enzima convertidora de angiotensina y la promoción de la vasodilatación”, estas moléculas también influyen en el metabolismo lipídico y de carbohidratos.
Aunque el consumo habitual en la alimentación se considera seguro, el Cenadim insiste en monitorizar su uso en combinación con ciertos fármacos, puede potenciar los efectos de medicamentos antidiabéticos y antihipertensivos, lo que eleva el riesgo de hipoglucemia o hipotensión.
También puede disminuir la eficacia de medicamentos como la cloroquina y la simvastatina, así como modificar los niveles de cafeína o diclofenaco.
Estudios en animales sugieren un posible impacto negativo sobre la fertilidad, por lo que se recomienda evitar su uso durante el embarazo y la lactancia, y en quienes desean concebir.
El hibisco mantiene su estatus como una de las plantas medicinales más estudiadas por la comunidad científica, por lo que el equipo de investigación citado en Pharmaceuticals enfatizó: “El consumo de preparaciones de Hibiscus sabdariffa puede ofrecer beneficios fisiológicos y de salud en humanos, sin efectos adversos reportados, pero se necesitan más estudios para confirmar su eficacia y seguridad”.