Colombia
¿Los hombres callan su dolor y las mujeres lo superan más rápido? Natalia Buitrago explica por qué el sufrimiento no entiende de géneros, pero sí de estrategias emocionales.
Publicado:
Por: Erika Mesa Díaz
Creativa Digital
Las rupturas amorosas generan dolor en ambos géneros, pero la forma de vivirlas difiere entre hombres y mujeres. Según Natalia Buitrago, coach de seducción, las mujeres suelen experimentar el duelo durante la relación, mientras que los hombres lo hacen después.
Este artículo explora las diferencias en cómo cada género enfrenta una ruptura, basado en perspectivas psicológicas y sociales.
Los hombres tienden a sufrir en silencio. Socialmente, se les ha enseñado a evitar expresar emociones como tristeza o vulnerabilidad, lo que prolonga su dolor. Natalia Buitrago destaca que muchos hombres solo procesan la ruptura semanas o meses después, cuando la dopamina de la relación se agota.
Además, los hombres enfrentan presión para "seguir adelante" rápidamente, lo que dificulta su recuperación emocional. Sin redes de apoyo sólidas, recurren a distracciones como el trabajo o nuevas relaciones, pero rara vez abordan el dolor de raíz.
Las mujeres suelen exteriorizar su dolor desde el inicio. Según Buitrago, muchas comienzan el duelo antes de terminar la relación, lo que les permite avanzar con mayor rapidez. Su capacidad para hablar del tema con amigas o familiares acelera el proceso de sanación.
Sin embargo, esto no significa que sufran menos. La intensidad emocional es alta, pero al expresarla abiertamente, evitan que el dolor se acumule. Las mujeres también tienen más herramientas sociales para recibir apoyo, lo que reduce la sensación de aislamiento.
En realidad, la respuesta depende del nivel de inversión emocional. Buitrago afirma: "El que más invierte en la relación, sufre más". Si un hombre dedicó tiempo, recursos y afecto, su dolor será profundo, pero tardío. En cambio, una mujer que priorizó la conexión emocional sentirá la pérdida de inmediato.
Culturalmente, las mujeres tienen permiso para llorar, mientras que los hombres cargan con el estigma de la debilidad. Esto no minimiza el sufrimiento de ellas, pero sí explica por qué algunos hombres experimentan secuelas más prolongadas.
No hay un género que sufra más, sino formas distintas de procesar el dolor. Los hombres lo internalizan y las mujeres lo externalizan, pero ambos necesitan tiempo y espacios seguros para sanar. La clave está en romper estereotipos: permitir que los hombres expresen emociones y validar la fortaleza de las mujeres al enfrentar el duelo.