Colombia
El perfil nutricional del pistacho contribuye a la reducción de la inflamación crónica, la protección neuronal y la prevención de enfermedades asociadas al deterioro cognitivo a medida que se envejece.
Publicado:
Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
El pistacho es un fruto seco que destaca por su alto valor nutricional y su concentración de compuestos con efectos protectores sobre las células.
En su composición destacan varios grupos de antioxidantes, como los polifenoles, los tocoferoles (vitamina E) y carotenoides tales como la luteína y la zeaxantina.
Estos antioxidantes cumplen un papel fundamental en la neutralización del estrés oxidativo, un mecanismo responsable del daño celular relacionado con el envejecimiento y con múltiples enfermedades crónicas.
Los pistachos también contienen grasas saludables, principalmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que favorecen la función y la integridad de las membranas celulares, sobre todo en el cerebro.
Además, este fruto seco es una fuente importante de minerales como el magnesio y el potasio, junto con vitaminas del grupo B, especialmente la B6, asociada a la síntesis de neurotransmisores y al buen funcionamiento del sistema nervioso.
Distintos estudios científicos han analizado los efectos del consumo de pistachos sobre la salud cerebral, dado que existe evidencia que sugiere que el consumo regular de pistachos puede contribuir a proteger al cerebro frente a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
El principal mecanismo se relaciona con el aporte de antioxidantes que disminuyen los niveles de radicales libres en las células nerviosas.
Los radicales libres generan daño estructural y funcional en las neuronas, un proceso vinculado tanto al envejecimiento como a la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
Además, los compuestos del pistacho poseen efectos antiinflamatorios, que ayudan a limitar la inflamación crónica, reconocida como un factor de riesgo en la aparición y el progreso de enfermedades cerebrales.
La combinación de ácidos grasos y vitaminas del grupo B en los pistachos también desempeña un rol relevante en la mejora de la memoria, la concentración y otras funciones cognitivas, lo que contribuye a mantener el rendimiento mental a medida que avanza la edad.
El envejecimiento celular se asocia a la acumulación de daño oxidativo sobre las células y a la progresiva pérdida de integridad de estructuras como los telómeros, localizados al final de los cromosomas.
Los telómeros actúan como un mecanismo natural para controlar el tiempo de vida de las células, y su degradación es un marcador de envejecimiento prematuro.
Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili, en España, han demostrado que el consumo regular de pistachos ayuda a proteger los telómeros frente al daño oxidativo.
Este efecto es especialmente relevante en personas con prediabetes, un grupo que presenta habitualmente un mayor riesgo de envejecimiento celular acelerado. Al preservar los telómeros, los pistachos contribuyen a la salud y longevidad de las células.
Para aprovechar los beneficios del pistacho, los expertos recomiendan una ingesta moderada y regular. Las investigaciones señalan que una porción diaria de entre 30 y 50 gramos, equivalente a un puñado, es suficiente para producir efectos positivos sobre la salud, entre ellos la reducción de los niveles de colesterol LDL y la mejora del perfil antioxidante del organismo.
Es preferible escoger pistachos al natural o sin sal añadida, para evitar el exceso de sodio en la dieta. También resulta fundamental mantener la moderación, ya que el pistacho es un alimento energético y el exceso puede contribuir al aumento de peso si no se controla.