Colombia
El destacado productor y compositor ha escrito éxitos para figuras como Marc Anthony y Jennifer López, pero su ascenso global tuvo que enfrentar el riesgo, el miedo y una mudanza urgente por amenazas.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
Kike Santander es uno de los productores y compositores más influyentes de la música latinoamericana, pues su carrera abarca más de mil canciones escritas para artistas como Marc Anthony, Jennifer Lopez y Ricky Martin, y ha sido clave en la evolución del pop latino y la salsa.
Santander es reconocido por su habilidad para mezclar tradiciones musicales con sonidos contemporáneos, lo que ha permitido que la música latina gane un lugar destacado a nivel global, incluso, su trabajo le ha valido premios Grammy y Latin Grammy, además del reconocimiento de la industria y de generaciones de músicos.
En los años noventa, Santander comenzaba a destacar en Cali como autor de jingles y productor de discos para artistas locales junto al productor Juan Vicente Zambrano.
El punto de quiebre en su vida profesional ocurrió cuando Emilio Estefan le propuso escribir canciones para Gloria Estefan, por lo que en un plazo de tres semanas, Santander compuso las diez canciones del álbum Abriendo puertas, todas de su autoría en letra y música.
El disco se convirtió en un clásico, y la canción Farolito, compuesta poco antes de viajar a Miami, se mantiene vigente cada Navidad en Colombia y en varios países de América Latina.
La visibilidad de Santander se disparó tras este trabajo, con su nombre presente en ruedas de prensa y programas de televisión líderes en el mercado latino en Estados Unidos.
De estar tras bambalinas, pasó en poco tiempo a ocupar un lugar público, fenómeno frente al que aseguró encontrarse preparado gracias a un proceso personal de autoconocimiento que le ayudó a manejar la atención mediática.
Pese al éxito en el extranjero, Santander seguía radicado en Cali, pero eso cambió drásticamente debido a una serie de eventos que pusieron en peligro su vida y la de su familia.
Según relató el propio Santander en entrevista con Junior Cabrera, tras el lanzamiento del álbum con Gloria Estefan, la atención y la popularidad llegaron también a Colombia, pero esa notoriedad coincidía con una época de alta inseguridad en Cali, marcada por secuestros y amenazas a figuras públicas.
Santander comenzó a notar señales de alerta: un cable nuevo aparecido misteriosamente frente a su casa, vehículos sospechosos que circulaban frecuentemente por su barrio y una sensación de vigilancia constante.
Por tal motivo, decidió contratar un detective privado, quien confirmó esas sospechas, dado que la investigación arrojó que dos autos con placas falsas rondaban la zona, su línea telefónica había sido intervenida y existía un alto riesgo de secuestro.
Ante el informe del detective, Santander recibió una recomendación inequívoca: abandonar el país de inmediato, sin avisar a nadie, por lo que en 24 horas, tomó la decisión junto a su esposa y su hijo pequeño.
Solo llevaron dos maletas y dejaron atrás toda su vida en Cali, no le comunicó su partida ni a amigos ni a colegas de la industria publicitaria, dejando a todos intrigados por su repentina desaparición, incluso, varias semanas permaneció en el anonimato hospedado en un hotel de Miami con el apoyo de Emilio Estefan.
La mudanza forzada llevó a Santander a instalarse definitivamente en Estados Unidos en 1995 y, aunque el motivo fue una situación de peligro, el productor encontró en Miami un espacio propicio para consolidar su carrera internacional.
La ciudad, con la que ya tenía un vínculo afectivo desde su infancia, se convirtió en su nuevo hogar, razón por la que el episodio marcó un antes y un después en la vida del compositor, que tuvo que dejar su país por amenazas, a pesar de estar en el punto más alto de su éxito y reconocimiento profesional.