Colombia
El 14 de marzo abrirá Sala de Despecho en el Alto de las Palmas, para agasajar a los entusados de la capital antioqueña.
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Por: Equipo de redacción
El despecho es un sentimiento poderoso que genera millones en ingresos. En Colombia, el número de divorcios ha aumentado significativamente, con 25.272 rupturas registradas en 2024. Según Fenalco, las personas invierten en promedio $123.000 para superar una desilusión amorosa: los hombres gastan alrededor de $147.000, mientras las mujeres pagan unos $98.500.
La Sala de Despecho llega para ofrecer una alternativa única. Este lugar se convierte en una opción atractiva para quienes buscan invertir en su felicidad. “El despecho nunca se había sentido tan bien”, afirma Juan Camilo Toro, quien trajo este concepto desde México hasta Colombia.
La música es el corazón de la Sala de Despecho. Desde baladas clásicas de Luis Miguel y José José hasta temas modernos que hablan de desamor, cada canción está pensada para acompañar el proceso de sanación. “Todos, en algún momento, hemos sentido el golpe del desamor”, dice Toro.
El ambiente, diseñado para ser “instagrameable”, permite a los visitantes compartir su experiencia única con el mundo. Cada rincón del lugar está pensado para convertir la melancolía en un gran momento.
La gastronomía mexicana es protagonista en la Sala de Despecho. Tacos, chilaquiles y otros platillos llenos de sabor acompañan los momentos de desahogo. Los cocteles, preparados con licores típicos, ofrecen un toque curativo que complementa la experiencia.
“El éxito de Sala de Despecho en México demostró que el despecho es más que un sentimiento: es una experiencia que merece vivirse”, explica Toro. Ahora, Medellín será la primera parada de un ambicioso plan de expansión en Colombia.
La Sala de Despecho no solo es un lugar para olvidar, sino también para renacer. Con música que toca el alma, comida que reconforta y un ambiente lleno de energía, este espacio promete ser el refugio perfecto para quienes buscan sanar sus corazones rotos.
Este 14 de marzo, el Alto de las Palmas será testigo de la apertura de un espacio diseñado para transformar la tristeza en una experiencia única.