
Colombia
Más de un millón de toneladas de residuos plásticos no se reciclan cada año, superando la media global y exigiendo acciones inmediatas.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital

Cada año se generan más de 1,2 millones de toneladas de residuos plásticos en Colombia; sin embargo, según información del Ministerio de Ambiente, menos del 8% de estos materiales logra ser reciclado, una proporción incluso inferior al promedio mundial del 9%, reportado en 2022 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) en su informe "De la contaminación a la solución".
Esta cifra, presentada en línea con el peso de toda la población humana de la Tierra, evidencia la magnitud del reto que enfrenta el país en materia de sostenibilidad y economía circular.
El informe de Pnuma, citado por la agencia, advierte que prácticamente toda la producción mundial de plástico termina en el medio ambiente, ya sea en vertederos, océanos o transformado en microplásticos que contaminan los alimentos, sistemas de agua dulce e incluso el aire.
En el caso colombiano, la baja tasa de reciclaje implica que la inmensa mayoría de estos residuos sigue esta ruta, generando impactos negativos ambientales, sociales y de salud pública.
Ante este panorama y con el fin de disminuir la presión sobre los ecosistemas, Fe y Alegría Colombia lanzó una campaña innovadora que articula sostenibilidad y educación.
La iniciativa propone recolectar residuos plásticos y transformarlos en mobiliario escolar para estudiantes de comunidades vulnerables, combinando los ejes ambiental, social y de gobernanza.
Según explicó Juan Manuel Montoya Parra, sacerdote y director nacional de Fe y Alegría Colombia, la campaña nació del diálogo entre las áreas de Sostenibilidad y calidad de la entidad, buscando respuestas activas a los desafíos actuales:
“La educación popular debe ser también una respuesta activa a los desafíos sociales y ambientales. Esta campaña nace del diálogo entre nuestras direcciones de Sostenibilidad y calidad, y se fortalece al movilizar a múltiples actores hacia una causa común: construir dignidad desde el aula”.
En la fase inicial, el proceso contempla la producción de 100 pupitres reciclados, financiados por aportes de la empresa SBS Seguros. Estos muebles serán distribuidos en instituciones educativas de la región Caribe, elegidas por su déficit de infraestructura y dotación.
La recolección parte de recicladores organizados y centros de acopio certificados, y la transformación la realiza Trainplast, una empresa con sede en Tocancipá, Cundinamarca, especializada en mobiliario sostenible.
Esta alianza se logró mediante la gestión de Daniel Gómez, profesional en Sostenibilidad de Esenttia, Grupo Ecopetrol, quien conectó a los líderes del proyecto.
La campaña involucra compañías de los sectores farmacéutico, retail y consumo masivo, que donan plástico postindustrial y postconsumo; de esta manera, cada pupitre representa, en palabras de Montoya, “una tonelada menos de presión sobre los ecosistemas y una oportunidad de aprendizaje digna para nuestros niños y niñas”.
El programa medirá su impacto a través de toneladas de plástico reciclado, cantidad de pupitres entregados y número de alianzas empresariales activas.
El objetivo a mediano plazo es replicar el modelo en otras regiones, consolidando la economía circular y la corresponsabilidad entre comunidades educativas, empresas, recicladores y gobiernos locales.
Fe y Alegría Colombia invita a empresas interesadas a sumarse mediante el correo direccion.sostenibilidad@feyalegria.org.co o su portal web, en el que se detallan especificaciones técnicas, puntos de recolección y modalidades de colaboración.
El reto de incrementar el porcentaje de plásticos reutilizados en Colombia requiere alianzas estratégicas, innovación social y el compromiso constante de todos los sectores involucrados.