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¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas parecen tenerlo todo? ¿Qué secretos esconden los grandes líderes y empresarios? Según el experto en recuperación de crisis, Randall Bell, la clave está en los pequeños hábitos que practicamos diariamente. Uno de ellos, tender la cama, aumentaría nuestra probabilidad de alcanzar el éxito en un 207%.
Estos hábitos, aparentemente insignificantes, suman hasta tener un impacto significativo en nuestra vida personal y profesional. Bell divide esos hábitos en cuatro tipos: "yo" —los que cultivan la mente—, "nosotros" —los que cultivan nuestras relaciones con los demás—, "hacer" —los que aumentan nuestra productividad— y "ser" —los que consolidan nuestro proyecto de vida—.
Para sacar sus conclusiones, Bell entrevistó a 5000 personas en cuatro países: Estados Unidos, Australia, Canadá y Reino Unido. Les preguntó a todas ellas sobre sus hábitos y estableció una correlación con factores de éxito como la estabilidad económica y una vida social nutrida.
Uno de los hábitos más sorprendentes que Bell destaca es el simple acto de tender la cama cada mañana. Según el sociólogo, no se trata simplemente de un asunto de orden, sino que garantiza lo que él llama "la primera victoria del día".
La mente será más productiva cada mañana después de alcanzar esa victoria gratis. La correlación que Bell encontró entre este hábito y el éxito financiero es de un 207% frente a quienes omiten tender su cama.
Además de los pequeños hábitos diarios, Bell enfatiza la importancia de cultivar relaciones sólidas. Las relaciones interpersonales enriquecedoras pueden brindarnos apoyo emocional, oportunidades profesionales y una mayor sensación de bienestar. Un hábito que puede ayudar con esto es sonreír más, pero cenar frecuentemente con la familia también ayuda.
Por otro lado, cuidar de nuestra salud física y mental es esencial para mantenernos enfocados, productivos y felices. Algunos hábitos que ayudan a lograrlo son leer, meditar, cuidar la alimentación y hacer ejercicio.
Por último, pero no menos importante, Bell destaca la importancia de establecer metas claras y trabajar consistentemente hacia ellas. Al tener un objetivo claro en mente, podemos tomar decisiones más acertadas y mantenernos motivados.
Además, es crucial dividir nuestras metas en pequeños pasos alcanzables para evitar sentirnos abrumados. La cifra que entrega Bell es sorprendente: las personas que llevan un calendario o lista diaria de quehaceres aumentan su probabilidad de éxito en un 280%.
Los hábitos que practicamos diariamente pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Al incorporar pequeños cambios en nuestra rutina, podemos mejorar nuestra calidad de vida y alcanzar nuestras metas más ambiciosas. Así que, la próxima vez que te levantes por la mañana, recuerda tender tu cama y dar el primer paso hacia una vida más exitosa y plena.
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