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Carlos Vives, uno de los artistas colombianos más importantes del país y considerado el pionero de internacionalizar el vallenato, dio a conocer uno de los días más difíciles de su vida cuando en un concierto sintió que perdía la vida y lo cataloga como “el día en que me morí”.
El episodio ocurrió cuando el artista se presentaba por primera vez en Ecuador y al iniciar su show sintió un sabor amargo en la boca que no lo dejaba respirar bien.
“Yo empiezo a sentir en mi garganta un sabor como a plata”, cuenta Vives, quien asegura que no había ninguna razón para que eso le sucediera, pues antes de cada concierto toma las medidas pertinentes para que su salud no se vea afectada mientras transcurre su show.
El malestar fue tan fuerte que llevó al cantante a pensar que se le había reventado algún órgano que moriría en el escenario. Carlos Vives se desmayó, fue llevado a un camerino en donde lo reanimaron y cuando despertó supo que un policía que estaba al pie de la tarima se le había explotado un gas lacrimógeno y esa fue la raíz de todo.
“El gas lacrimógeno se mezcló con el humo del concierto y yo empecé a tragarme toda esa vaina”, cuenta el intérprete de ‘La tierra del olvido’.