Maite Perroni habla sin filtros sobre las críticas a su cuerpo y envía un mensaje de amor propio

Maite Perroni abrió una conversación honesta sobre las críticas que ha recibido por los cambios en su cuerpo, un tema que volvió a ponerla en el centro de las redes sociales. Con la sinceridad que la caracteriza, la actriz decidió explicar cómo vive estos comentarios y por qué eligió responder esta vez.

En su mensaje, Perroni contó que su enfoque está en su vida real, en su hija y en su bienestar, no en las opiniones ajenas. Aun así, reconoció que lo ocurrido la hizo pensar en algo más grande: la presión que muchas personas sienten por encajar en estándares que, al final, no representan a nadie.

“Mientras analizan mi cuerpo, yo estoy viviendo mi vida”

“Hola, soy Maite Perroni, peso 72 kilos”, comenzó diciendo la actriz, recordando que llegó a pesar 94 y nunca imaginó que su cuerpo sería un tema tan comentado. Con algo de humor, mencionó que mientras algunos analizan su figura “como si fuera un informe financiero”, ella está centrada en su presente, criando a su hija y disfrutando su día a día.

Maite explicó que ante esta situación vio tres caminos: victimizarse, quedarse callada o abrir una conversación más profunda. Eligió la tercera opción porque, según ella, todos han lidiado alguna vez con la báscula o con la necesidad de encajar en lo que dicta la sociedad. Para la actriz, los estereotipos terminan haciendo sentir que nunca es suficiente: ni la belleza, ni el talento, ni el cuerpo.

“Cada cuerpo tiene una historia, y el mío me ha traído hasta aquí”

Con un mensaje lleno de calma, Perroni aseguró que aprender a aceptar cada etapa es lo que realmente da fuerza. Explained que los cuerpos cambian, que la vida también, y que parte de crecer es abrazar esas transformaciones sin culpas. “Agradezco a mi cuerpo por traerme hasta aquí y por darme la fuerza para dar vida”, dijo.

Para cerrar, dejó un mensaje claro: no permitir que la opinión de otros defina el valor de nadie. Contó que seguirá enfocada en sanar, en soltar historias que no le pertenecen y en vivir desde la gratitud.